Conviene para el masaje cutáneo aromático, nutre y regenera la piel. Devuelve a la piel elasticidad y suavidad, sin dejar una capa de grasa.
Costra láctea: Empapar generosamente cada costra con un algodón o una pequeña esponja con aceite de nuez de albaricoque. Dejar actuar durante 30 minutos y despegar con mucho cuidado cada costra con la punta de los dedos.